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Cinco razones para nadar en las aguas abiertas de València

¿Quién no ha soñado alguna vez con bañarse en el agua cristalina de alguna isla paradisíaca? La imagen icónica de la costa caribeña aparece rápidamente en el imaginario de cualquier persona al pensar en el mar. No obstante, las playas de la Comunitat Valenciana, con 135 banderas azules y más de 560 condecoraciones, son el escenario perfecto para hacer realidad esa anhelada fantasía, especialmente durante los meses de verano.

Sus 500 kilómetros de costa marcados por la influencia del Mediterráneo le confieren un ecosistema único que merece ser disfrutado con los cinco sentidos. Aguas cálidas, dunas de arena, viento de levante, biodiversidad, grava de cantos redondeados, pinares… Verdaderas joyas naturales que pueden ser admiradas mediante la realización de actividades deportivas como el buceo, el snorkel o la natación en aguas abiertas. Esta última, además, presenta numerosas ventajas para el organismo.

Nadar, “como pez en el agua”, es sinónimo de bienestar. De hecho, durante la temporada estival más de 90 millones de personas disfrutan nadando en ríos, lagos y mares alrededor de todo el país. No obstante, para hacerlo de forma segura deben seguirse ciertas pautas como comprobar que exista personal o material salvavidas a disposición de los nadadores, protegerse de la radiación solar utilizando filtros solares con un factor de protección superior a 15, revisar las corrientes y la bandera de la playa, o, entre otras, no entrar en el agua si presenta síntomas como diarrea o mareos, así como si se tienen heridas abiertas.

Del mismo modo, las autoridades sanitarias recomiendan ducharse antes de meterse al agua, no solo para eliminar toxinas en la piel, sino también para prevenir cambios bruscos de temperatura en el organismo.

Beneficios de la natación en aguas abiertas

 

No solo mejora la capacidad pulmonar, sino también la flexibilidad, la tonificación muscular e, incluso, el estado de ánimo. Nadar en aguas abiertas es una práctica deportiva que adquiere cada vez más popularidad, no solo por ser divertida, sino por mejorar la salud de quien la practica debido a sus múltiples beneficios. ¿Quieres saber cuáles?

Adiós al dolor y las inflamaciones: nadar en aguas abiertas mejora la circulación

La temperatura del agua tiene la capacidad de activar aspectos de nuestro organismo, como el sistema inmunológico y el circulatorio. Lo hace a través de la producción de células blancas, así como de las células sensoriales, por lo que depura nuestra sistema sanguíneo y reduce las inflamaciones. Además, la liberación de adrenalina mitiga la sensación de dolor.

Más capacidad pulmonar y menos problemas respiratorios

Es indiscutible que nadar mejora la capacidad pulmonar, más si se hace en aguas abiertas, donde la dificultad de los movimientos se incrementa y controlar la respiración y la frecuencia cardíaca resulta imprescindible. Del mismo modo, el agua salada, gracias a su poder antibiótico, oxigena y alcaliniza las vías respiratorias, eliminando posibles toxinas propias de catarros o flemas.

Autoestima y sentido del humor contra el estrés

Cuidar la salud mental es igual de importante que hacer lo propio respecto a la física. Una de las ventajas de la natación en aguas abiertas es, precisamente, contribuir a reducir los niveles de estrés mediante la ganancia de autoestima y el sentido del humor. Esto es posible gracias, entre otros aspectos, a la realización personal tras la fijación y consecución de objetivos o, por ejemplo, la liberación de adrenalina, dopamina y serotonina, implacables para combatir la depresión mediante la promoción de la sensación de euforia.

Pérdida de peso y transformación metabólica

Las condiciones intrínsecas de la natación en aguas abiertas, como la temperatura del agua o las corrientes, conducen a que el cuerpo deba adaptarse rápidamente a un entorno hostil. Un hecho que a priori puede producir cierta sensación de vértigo, pero que es óptimo para el organismo, pues contribuye a mejorar el metabolismo y, por consiguiente, a la reducción de peso. El organismo consume mayor energía y quema más calorías.

Luce una piel sana

El poder antibiótico y las propiedades del agua marina mencionadas anteriormente son beneficiosas, como señalan expertos en dermatología, para tratar enfermedades como la psoriasis o la dermatitis, además de mejorar y agilizar los procesos de cicatrización de heridas.

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